lunes, 21 de septiembre de 2009

El día de la retribución


El sol se sumerge entre las colinas doradas, el día toca a su fin ¡Cuán lejos quedó el amanecer glorioso, la plenitud de la creación! El hedor de las calles me ahoga, mire a donde mire sólo veo desolación e injusticia. El sol se sumerge entre las colinas doradas, el tiempo de la retribución se acerca en el que ningún culpable será tenido por inocente, no habrá dinero ni influencia que pueda hacer que la sentencia sea cambiada. El sol se sumerge entre las colinas doradas; el frío de la noche va tomando las calles. Sé quienes sois, conozco vuestros nombres, hoy haré justicia y mañana cuando el sol se alce desde el mar, el mundo será un poco mejor. ¡Cuántas noches repasé vuestras obras, cuántos días os di para que entraseis en razón! Nunca reparasteis en mí tan ocupados en amasar fortunas a costa del débil; del desvalido. Nunca escuchasteis mis súplicas, la maquinaria de vuestra codicia enmudeció mis ruegos. Pero el tiempo de la retribución ha llegado y ni uno solo de vosotros escapará, os castigaré con fuego, os consumiré hasta los tuétanos y de vosotros no quedará memoria. Mañana el mundo será mejor. El sol se sumerge entre las colinas doradas y las sombras de la noche no ocultarán vuestras obras ni os librarán de mi furor.

Anoche en el barrio chabolista de las afueras se produjo un tiroteo. Según informaciones de la policía, un hombre de unos cincuenta años armado con un revólver disparó varias veces contra varios traficantes de droga sin que hiriese de gravedad a ninguno. Por contra, recibió una docena de impactos de bala que terminaron con su vida.

Nuevas informaciones nos confirman que la identidad del fallecido se corresponde con la del hombre a cuya familia asaltaron y mataron en su propia casa, hace hoy justo un año, para hacerse con un botín que ascendió a poco menos de 200 euros mientras él trabajaba en el turno de noche de la factoría automovilística. La policía no consiguió detener a nadie por ese crimen.

Tras esta noticia damos paso a la información del tiempo:
Buenos días, hoy nos espera un día con temperaturas moderadamente altas, cielos despejados y el estado de la mar no presentará complicaciones debido a la ausencia de viento. Un día idóneo para pasarlo en la playa. Que disfruten.



miércoles, 16 de septiembre de 2009

Hay Vida Más Allá


Miró la habitación desde el quicio de la puerta, respiró profundamente, se enjugó una lágrima y se marchó sintiendo el peso del mundo sobre su espalda, una carga demasiado desproporcionada para la mochilita que acarreaba. Cerró la puerta de la casa con sigilo, avergonzada por lo que estaba haciendo. El ascensor tardó media vida en llegar y en su pecho el corazón se amotinaba.

A las nueve y media, como siempre, Alma llegó a casa con sus hijos después de un largo día de trabajo y de actividades extraescolares, Luis no llegaría hasta las diez. La cena estaba lista, la casa limpia y ordenada y la ropa para el colegio del día siguiente preparada. Su madre nunca aspiró a más que a lavar y a planchar, pensó con una mezcla de lástima y desprecio, mientras se tropezaba con una mochila que no conocía. ¡Mamá, no dejes tus trastos por aquí en medio! La abuela balbuceó una disculpa y recogió el que hubiese sido su único bagaje frente a lo desconocido si el miedo no la hubiese atenazado otra vez: dos mudas limpias, los medicamentos, la cartera y lo que más pesaba: la pena, mucha pena.


jueves, 3 de septiembre de 2009

Who Sampled


Si quieres averiguar los samples de tu canción favorita Who Sampled es una página web que te muestra la canción que emplea los samples y la original. Además incluye una utilidad para vagos, no hace falta que te tragues las canciones enteras para ver dónde se encuentran los samples, sobre cada vídeo indican en que momento exacto del tema aparecen.
¡Cuidado al utilizar esta web! te podrás llevar sorpresas tales como que en el tema What's the Difference de Dr. Dre junto a Eminem y a Xzibit el sample principal está tomado de una canción de.........................................CHARLES AZNAVOUR.

martes, 1 de septiembre de 2009

Sunset Café (y II)


Desde aquella tarde, hacía una semana, no había vuelto pasar por el Sunset, todos aquellos recuerdos me hicieron cambiar de hábitos como si de esa manera pudiese modificar el pasado o al menos evitar el sentimiento de culpa que me perseguía. Pero ante la ineficacia de la estrategia, intenté retomar las buenas costumbres, pero ya nada fue igual, el capuccino, la puesta de sol, la musica... no causaban en mí el efecto relajante que durante dos años me habían hecho cliente habitual del local.
Sentado, volví a repasar mentalmente cómo se había acabado lo nuestro, cómo del fuego del amor no quedaron ni los rescoldos, sólo las cenizas del reproche y de la culpa. Como suele pasar en estos casos todo fue gradual y sutil, lo que en principio nos atrajo fue lo que nos separó al final. Semejando a Dédalo e Ícaro emprendimos un viaje juntos de forma equivocada, huyendo de nuestros pasados y sin saber a dónde ir. Tú siempre tuviste más claro que para llegar a donde fuese que íbamos había que volar a una velocidad constante y a una altura predeterminada ni demasiado cerca del mar para no ser abatidos por las olas ni demasido próximos al sol para no ser consumidos por su calor. Yo, sin embargo, ni siquiera sabía si quería llegar a algún sitio, muchas veces necesité sentirme en lo más alto rodeado de una atmósfera abrasadora para inmediatamente dejarme caer en picado hasta que la espuma de las olas salpicaba mi cara, me bastaba con disfrutar el momento, yo era Ícaro y pensaba que te enfrentabas a la vida con alma de funcionaria, sin tomar riesgos, recorriendo caminos trillados por millones de personas, tú eras Dédalo.
En algún momento, como no podía ser de otra forma, el sol derritió la cera de mis alas y el mar se convirtió en el sepulcro de nuestra relación. Tú, como siempre, cerebral y con visión de futuro, te diste cuenta al instante que hacer un esfuerzo por rescatarme hubiese supuesto tu propia caída, así que decidiste seguir tu trayecto. Hiciste bien. Yo, mientras me hundía vi como te alejabas majestuosa, segura, inalcanzable. Nunca fui ave fénix sólo Ícaro.
Dejé el importe de la consumición y una propina exagerada en el platillo y me fui para no volver jamás al Sunset.